jueves, 26 de agosto de 2010

La derecha no puede irse de rositas

Attac España

Carlos Martínez García
– Presidente de ATTAC España

Rajoy ya ha hablado o, mejor dicho, nunca calló. Menos impuestos y menos gasto público es su fórmula para salir de la crisis del capitalismo. Es decir, más rebajas y aún más saldos para los poderosos, a pesar de las SICAV, la desaparición del impuesto de patrimonio y de las exenciones fiscales a bancos y grandes empresas ya en vigor.

Para compensar, menor gasto público; es decir, menos escuelas públicas, menos sanidad pública y más privatización económica y social. Menos gasto público significa menores cantidades económicas destinadas a protección social y a incentivar la economía productiva real y a los autónomos, así como empleos aún más precarios, pues según él hace falta una nueva reforma laboral.

La Derecha, no obstante, logrará engañar y embaucar a mucha gente humilde y a muchas y muchos autónomos, pues las políticas socioliberales del actual Gobierno del Estado le han dejado con tan poca capacidad de respuesta como de convicción, pues en la práctica le han hecho ya gran parte del trabajo sucio al PP y a los poderes reales en España: la banca, la monarquía y los ricos. El apabullante poder mediático puesto en manos de los y las poderosas hará el resto.

Por tanto la reacción será difícil, pero no imposible. Los movimientos sociales y ciudadanos debemos movilizarnos ante el 29 de Septiembre, no solo por una reforma laboral que recorta aún más derechos adquiridos, sino también en defensa del bienestar ciudadano, el espacio público, económico, cultural y político. En defensa de un nuevo modelo económico, de la justicia fiscal y de la climática. En defensa del reparto.

La confluencia con Sindicatos y entes políticos comprometidos con la defensa de los valores de la equidad, la solidaridad social y los servicios públicos es, pues, imprescindible por nuestra propia supervivencia. No es que nos estemos jugando ya solo el derecho a la salud y la educación públicas, por ejemplo: es que nos jugamos también el poder comer decentemente. Así están las cosas.

Es pues improrrogable la construcción de un espacio transformador, social y de izquierdas, para enfrentarnos a la derecha y para obligar a los y las gobernantes a no seguir cercenando derechos, defender la democracia, y a actuar con justicia fiscal y económica.

Las recetas socialdemócratas tipo “tercera vía”, actualmente vigentes, han fracasado. No frente a la derecha -que también- sino por incapacidad para satisfacer los derechos de la mayoría y no ser capaces de frenar las tropelías de los poderes económicos y políticos reales y efectivos.

Las recetas de la tercera vía, política y sindical, han limitado -y mucho- la capacidad de reacción y de movilización de las clases populares. Han desmotivado a los y las trabajadoras, han limitado -y mucho- la conciencia de clase, han rebajado y aguado el concepto republicano de ciudadanía, y nos han dejado en manos de populismos derechistas.

Por eso, hay que iniciar la repolitización y la recuperación de la acción política de las y los ciudadanos y el rearme moral y político de las y los trabajadores, de las clases populares. Desde ATTAC trabajamos con propuestas concretas, reales y asumibles de reparto. Incitamos al reparto de bienes, riqueza y reconquista de derechos y del espacio público. Apoyamos a la economía productiva y banca pública para que introduzca un cambio verdadero en las finanzas.

El Socialismo del Siglo XXI, con todas las experiencias negativas y positivas a sus espaldas, pero sobre todo con las nuevas aportaciones y realidades de los nuevos movimientos sociales, no puede basarse en la claudicación ante los mercados; es decir, ante la dictadura de los mercados. La necesaria transformación no pasa por refundar el capitalismo, sino por sustituirlo. La solución, a estas alturas de la película, no es el pacto social; ese es el problema, pues los capitales y sus fuerzas, están aprovechando la crisis económica mundial para fortalecerse en Occidente y volver a doblegar el resto del mundo, aunque esto ya lo tienen muy difícil.

Pero si que tienen algo claro: si no pueden con China, hagamos de nosotras y nosotros que sí estamos en sus manos -dicho sea con todo el respeto- chinos. Chinos en derechos y deberes. Chinos en sueldo y libertad sindical. Al menos en el concepto que de lo chino tiene un capitalista occidental y cristiano, blanco.

Por eso estamos solos en Europa y en España. Por eso el 29 debe ser una movilización social que plante cara a los capitales, los gobiernos y a las derechas, en especial la del estado español, que está ya afilando los cuchillos y no puede irse de rositas.

No debo dejar de escribir sin aportar que la óptica internacional debe ser recuperada y que ahora las clases populares europeas y norteamericanas somos también objeto de solidaridad. Por eso, apoyar a los pueblos del mundo y, de forma especial, latinoamericanos que a través de sus instituciones públicas ejecutan políticas antineoliberales, y se enfrentan a los designios de la dictadura del mercado, es tan importante, pues los necesitamos. Son necesarios para que las personas ninguneadas, explotadas, oprimidas del resto del mundo tengamos herramientas para forjar nuestras reivindicaciones y armar nuestros valores y sueños. No ver esto desde opciones progresistas y de transformación en occidente, es de una miopía rayana en la idiotez.

El 29 es el inicio. Rajoy también se debe llevar un recado. La CEOE y la banca son culpables, y en las “terceras vías” ni hay ilusión, ni posibilidades. Porque solos, la inmensa mayoría solos, que somos casi todos podemos empezar a decir basta y volver a soñar, es decir a construir.

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